¿Qué es el café de especialidad? Todo lo que necesitas saber para empezar a disfrutarlo

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En tiempos donde la palabra especial ha sido desgastada por una industria, hablar de “café de especialidad” puede parecer un guiño pretencioso o una moda más. Pero no. No lo es. El café de especialidad no es una tendencia, se trata de una consecuencia. Es el resultado inevitable de hacer las cosas bien, desde la raíz hasta la taza. 

Cuando hablamos de qué es el café de especialidad no estamos hablando sólo de un sabor agradable o de una presentación cuidada en una taza japonesa. Estamos hablando de un proceso meticuloso que comienza desde origen, en fincas donde el cuidado de la planta es casi un ritual, y termina en manos de un tostador que no duerme bien hasta que el perfil de tueste revela todo lo que esa variedad de café tiene para ofrecer.  

¿Qué es exactamente el café de especialidad?

El café de especialidad, para definirlo de forma breve podríamos decir que es aquel café que tiene nombres y apellidos. Es decir, la gran característica que hace diferente a este producto es su trazabilidad. No se trata de un producto anónimo. Sabemos de qué finca viene, que variedad de café es, a que altitud se cultivó, como se proceso. Cada dato importa, como el terroir en el vino. 

No se trata de romanticismo: se trata de entender que esos factores afectan directamente al sabor. Un Bourbon lavado de 1800 metros en Guatemala no sabe igual que un Castillo natural a 1400 metros en Huila. Y ese conocimiento, lejos de complicar, enriquece la experiencia. 

¿En qué se diferencia del café comercial?

El café de especialidad se rige por un estándar internacional de calidad. El organismo que suele poner el sello es la Specialty Coffee Association (SCA) y establece que un café debe de obtener más de 80 puntos sobre 100 en una cata profesional para ser considerado “de especialidad”. Pero más allá del número, lo que importa es lo que hay en la taza: una bebida limpia, dulce, con acidez equilibrada y complejidad aromática. No hay defectos. No hay sabores a cartón, caucho o ceniza. Hay flores, frutas, cacao, especias, y a veces, un toque de magia difícil de describir. 

¿Cómo se produce el café de especialidad?

Para entender qué es el café de especialidad, hay que desaprender casi todo lo que nos enseñaron sobre él. El café no es un producto industrial, ni un polvo genérico que se hierve para darnos energía. El café de especialidad es un alimento vivo, complejo, que expresa su origen con honestidad. Y para que esto ocurra de manera correcta, hay un trabajo enorme que comienza siempre, en la tierra. 

1- La finca: donde empieza todo. 

El café de especialidad empieza en fincas donde la calidad importa más que la cantidad. Se cultivan variedades selectas, en altitudes elevadas, con un cuidado casi artesanal. Las cerezas se cosechan a mano solo cuando están en su punto justo de maduración. Sin apuro, sin atajos. 

2. Procesos que respetan el sabor.

Después de la cosecha, el productor decide como procesar el café; lavado, natural o honey (procesos de beneficio tradicionales). Cada método, aporta perfiles distintos. Una vez sometido al proceso de beneficio, es decir, donde normalmente fermentan las cerezas del café, se procede al secado del café, un proceso lento y muy controlado, donde los granos defectuosos se eliminan. 

3- La selección y el control de calidad. 

Después del secado, los granos se despluman ( si no lo estaban ya), se clasifican por tamaño, peso, color y densidad. En cafés de especialidad se hace un control riguroso: no puede haber granos defectuosos, negros, blocados o inmaduros. 

Es esta etapa cuando catadores profesionales (Q Graders) evalúan la calidad de cada lote en cartas a ciegas. Solo los cafés que obtienen más de 80 puntos sobre 100 en este protocolo son considerados de “especialidad”

4- El tueste: revelar, no imponer

el café llega al tostador como un potencial en bruto. Aquí es donde entramos nosotros, en Cachito Roasters, nuestro trabajo es descubrir. Descubrir y respetar pues cada perfil de tueste se diseña para respetar lo que el productor ya construyó. 

Buscamos la expresión de cada grano. Tostamos en pequeños lotes hasta encontrar ese punto perfecto donde la acidez, la dulzura y el cuerpo dialogan. Lo justo. Lo necesario. 

5- El consumidor como última pieza. 

El café de especialidad no es elitista. Es café bien hecho. Y necesita de alguien que lo valore. No hace falta ser un experto, solo estar dispuesto a probar sin apuro. Porque cuando todo se hace bien, la taza habla por sí sola.  

¿Qué sabor tiene un café de especialidad?

Una de las características más fascinantes del café de especialidad es que no sabe simplemente a “café”, sino que puede presentar una gran variedad de sabores y aromas naturales. Según el origen y el método de procesado, puedes encontrar notas a:

  • Frutas (cítricos, frutas rojas, mango, melón…)
  • Flores (jazmín, rosa, lavanda)
  • Cacao, frutos secos, caramelo
  • Especias suaves o fermentaciones complejas

Estas notas son naturales y no se añaden en ningún momento: son el resultado de un cultivo cuidadoso y un tueste pensado para resaltar cada matiz que esconda ese café.  

¿El café de especialidad es más caro?

Si lo comparamos con otros cafés comerciales, con defectos y torrefacto, sí, es más caro. Sin embargo el precio del kilogramo puede ser incluso más económico que el café de cápsulas que venden en los principales supermercados.

Si pensamos en el proceso completo y en la calidad de la materia prima, es lógico que tenga un coste superior a otro café en el que no se seleccionan los mejores granos y se quema y tuesta con azúcar para “tapar” los defectos. Detrás de cada taza de café de especialidad hay un trabajo artesanal, una selección manual, una trazabilidad transparente y una retribución justa para el productor. Estás pagando por calidad, sostenibilidad y ética.

¿Cómo saber si un café es de especialidad?

Un café de especialidad siempre debería indicar claramente la siguiente información en el paquete:

  • País y región de origen
  • Nombre de la finca o cooperativa
  • Variedad de la planta
  • Método de procesado
  • Fecha de tueste
  • Perfil de cata (sabores y aromas predominantes)
  • Puntuación SCA si está disponible (aunque no todos lo usan)

Si el café no proporciona estos datos, o si se limita a decir “100 % arábica” o “premium”, probablemente no sea de especialidad.

¿Cómo puedo empezar a disfrutarlo?

Empezar en el mundo del café de especialidad no tiene por qué ser complicado. Estos son los primeros pasos que te recomendamos:

  1. Compra café recién tostado y de origen claro, como los que ofrecemos en Cachito.
  2. Invierte en un molinillo de calidad para moler justo antes de preparar.
  3. Utiliza agua filtrada y un método de extracción como la V60 o la prensa francesa.
  4. Experimenta con distintas proporciones, temperaturas y tiempos de extracción.
  5. Toma notas de los cafés que más te gusten y aprende a identificar sabores.

En definitiva, si queremos resumir qué es el café de especialidad, podemos decir que no es solo una bebida: es una experiencia que conecta al productor, al tostador y al consumidor. Es el resultado de un proceso consciente que prioriza la calidad, la sostenibilidad y el respeto por el trabajo bien hecho.

En Cachito Roasters estamos comprometidos con esta filosofía. Queremos que descubras todo lo que un buen café puede ofrecer, y te acompañamos en cada paso para que puedas disfrutarlo desde casa con confianza y curiosidad.

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